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Entrevista a Jorge Saccarello - Pollpar

Entrevista a Jorge Saccarello

La avicultura en Paraguay ha recorrido un camino de muchos logros y se ha convertido en una inversión atractiva para muchos paraguayos. Este rubro, que viene creciendo con el sistema de granjas integradas, es hoy día escenario de desarrollo, evolución y progreso.

¿Cómo empezaste en este rubro, con este negocio?

Yo estaba en el último año de la carrera Administración de Empresas, estudiando acá en el país, y con la familia queríamos y buscábamos un negocio agropecuario en el cual invertir. Contábamos con un campo en las afueras de Asunción, pero su tamaño no daba para modelos productivos basados en la ganadería. Entonces empezamos a averiguar y consultar con gente allegada en el rubro avícola, como la familia Zubizarreta y el Dr. Carlos Soljancic. Averiguando, llegamos a la conclusión de que era una excelente opción y arrancamos con el proyecto. Hoy día, estamos tratando de consolidar un paquete efectivo, trabajando en este mismo campo, con reforestación, y con productos para abono, además del negocio de pollos que es el pilar principal.

¿Hace cuánto tiempo estás en el negocio?

Arrancamos con el proyecto hace aproximadamente cinco años. Nos tomó un año armar y preparar toda la infraestructura, y desde el 2013 estamos produciendo para la Integradora. Recuerdo que empezamos ese año con 68,000 pollitos y dos galpones, “full moderno para la época”. Con mucho trabajo y dedicación, hoy hemos prácticamente triplicado la producción, y para este año tenemos una proyección de cerrar con 207,000 pollos y seis galpones.

¿Podés contarnos un poco más sobre el Sistema Integrado de Granjas y por qué elegiste trabajar con éste?

Claro que sí. A mi parecer éste es un negocio en el que conviene apostar a la cantidad y a la tecnificación para que el negocio siga creciendo, y el sistema integrado de granjas, es el canal para lograrlo. Una vez armada la granja, la integradora te provee de los pollitos, el balanceado o alimento para los mismos, y ofrece también asistencia y asesoría veterinaria. Nosotros, además de montar la infraestructura, nos encargamos de los costos y mantenimiento de la granja. Por contrato, recibimos los pollitos y entregamos el 100% a la Integradora una vez que están listos. Es un negocio muy tecnificado, siempre digo que la palabra “granja” a lo mejor le queda corto, es más bien una fábrica.

¿Cuántas personas trabajan en el día a día de la granja?

Directamente en granja, portón para adentro, tenemos hoy nueve personas trabajando todos los días. Indirectamente, son parte del proceso desde los agricultores que cultivan el maíz y la soja, los fleteros que transportan los pollos, y muchos otros, duplicando prácticamente el número de personas en el equipo.

¿Cómo describís los días de trabajo en la granja moderna?

Son 24 hs de trabajo y control. Son dos turnos, el primero, que arranca a las 5 am y va hasta las 5 pm, y luego arranca el segundo. Son 12 horas de trabajo y por ende se remunera bien. En aproximadamente 45 a 50 están listos los pollos para el traslado a la Integradora y una vez que los pollos ya no están, empieza el periodo de desinfección y preparación de galpones para recibir la nueva carga.

¿Desde que empezaste, cómo ha evolucionado el negocio a tu parecer?

Por una parte, se fueron ajustando detalles de parte de la industria y de los mismos productores. Hoy en día, en la granja, todo se mide y todo se analiza; los controles de calidad son cada vez más rigurosos y exigentes, y eso ha tenido resultados óptimos en la producción. Se estudia y se analiza todo; temperatura, humedad segundo a segundo, ventilación, calidad de la cama, etc.. Ésto, sumado al respaldo y el asesoramiento de la Integradora, han generado cambios notables en los últimos dos años. Para darte una idea, se mide el agua en los bebederos, milímetros por minuto. Son detalles en el día a día, que al final hacen una gran diferencia.

¿Cómo incorporan la tecnología en este negocio?

Como en cualquier negocio, es necesario estar al día con la tecnología y los avances en la industria. Por ejemplo, en la granja contamos con galpones con ventilación tipo túnel. Ésta ha probado ser muy efectiva. Nuestra filosofía es apostar en un 100% a la tecnología, y nuestros galpones han ido mejorando. Hoy día, ni un galpón conserva su estructura original, todos cuentan con mejoras.

¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en avicultura?

Como en cualquier sector, ver el fruto del trabajo es sumamente gratificante. Ver cómo evoluciona cada lote, y contar con la capacidad tanto en factor humano como en equipamiento para hacer esto posible es increíble. Al ser un sector en crecimiento, este rubro me ha demostrado que siempre hay más por aprender y hacer, y al hacer uno ve realmente el resultado.

¿Cuál ha sido el aprendizaje más grande que hayas tenido hasta el momento trabajando en esto?

Aprendí muchísimo desde que empecé en el rubro avícola y sigo aprendiendo. Lo más apasionante de este trabajo es que uno aprende de todo: no solo de aves. Mantener la granja a punto es demandante y requiere saber un poco de todo desde motores, plomería, y mucho más. En este negocio, el aprendizaje es un proceso continuo y eso es, a mi parecer, lo que lo hace tan interesante.

¿Cuál es tu perspectiva del consumo de pollo?

Si bien en Paraguay, el consumo per cápita de pollo es más bajo que en países vecinos como Brasil y Argentina, y aunque el pollo es acá un subproducto de la carne vacuna, creo que somos todos testigos de cómo ha venido creciendo el consumo del pollo, sobre todo entre jóvenes y deportistas que optan por una vida más sana. Otro de los elementos que hace a este negocio tan desafiante es el hecho de que hay mucho para crecer, mucho por hacer.

¿Cuál es la participación de los jóvenes en la Asociación de Avicultores del Paraguay (AVIPAR) y en la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Pollo (APPEP)?

Bueno la verdad es que ambas asociaciones cuentan con un largo camino trabajando y activando a favor de la industria y el gremio. Hay un grupo de jóvenes en ambas, no participo directamente en el mismo, pero asisto a las reuniones. La APPEP por ejemplo, ofrece cursos y seminarios. Contamos también con un foro donde uno puede siempre consultar y ésto es súper útil.

Sin duda alguna, la avicultura en Paraguay ha recorrido un camino de muchos logros, y la energía y la polenta de la gente joven es un elemento importante para el gremio. Jorge, como muchos jóvenes paraguayos, con su trabajo está apostando por una industria que se está convirtiendo en uno de los pilares alimenticios del Paraguay y por el crecimiento del país.

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