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Entrevista a Pedro Kirchhofer - Pollpar

Entrevista a Pedro Kirchhofer

Con la ampliación de la planta de Pollpar y el crecimiento del consumo de pollo en Paraguay, la demanda de carne de pollo está en aumento. Se necesitan nuevas granjas, y con el sistema de integración, se pueden generar volúmenes mayores de producción que dan un mayor rendimiento. Definitivamente, la avicultura está en su mejor momento, y entrevistamos al Sr. Pedro Kirchhofer, fundador de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Pollo (APPEP), para que nos comente sobre la evolución de esta importante industria.

¿Cómo fue que empezó en este rubro?

Comenzamos hace aproximadamente 20 años, y fue todo un desafío. Soy ingeniero agrónomo graduado de la Universidad Federal de Berna de Suiza, y como agricultor, buscaba otro tipo de producción para complementar el negocio agrícola. Quería alternativas para diversificar y optimizar mi espacio y mis recursos, ya que además de pollos, tengo producción de caña de azúcar, reforestación y producción de semilla de maíz híbrida en el mismo campo. La ventaja que tenía con el pollo, es que en poco espacio tenía la flexibilidad de combinarlo con otras actividades productivas.

Además, viniendo de Europa, donde el consumo de pollo era y sigue siendo masivo, y analizando las estadísticas, todo indicaba que el consumo de pollo seguiría creciendo, y que éste no tenía plafón. No hacía falta mirar muy lejos. Nuestros vecinos, Brasil y Argentina, ya consumían cantidades masivas de pollo, y hoy, para darte una idea, consumen 40 kilos per cápita por año. En Paraguay, 20 años atrás, el consumo de pollo era de 5.5 kilos por año por habitante, pero esto ya comenzaba a cambiar. A modo de responder a la creciente demanda que tenía este producto, el desafío era hacerlo incorporando nuevas tecnologías. En aquel entonces, las granjas eran más rudimentarias, pero nosotros queríamos hacer las cosas de manera distinta. Fuimos los primeros en contar con un sistema de ambiente controlado en la granja.

¿Cómo fue creciendo su negocio en estos 20 años?

Somos ya dos generaciones trabajando en este rubro. Actualmente la producción de pollos está gerenciada por mi hija, la Dra. Veterinaria Carin Kirchhofer, que justamente ayer viajó a Guadalajara junto a colegas paraguayos, para asistir al XXV Congreso Latinoamericano de Avicultura. Comenzamos con 4.,000 pollitos y dos galpones. Hoy, producimos 250.000 pollos cada dos meses, contamos con 9 galpones modernos que implementan tecnología de punta, y estamos con vistas a una ampliación de un nuevo galpón para así aumentar la producción a 1.800.000 pollos al año.

¿Dónde ve a la industria en los próximos 5 años?

Las condiciones de Paraguay; el clima, la producción de materia prima, como ser el maíz y la soja, la calidad del agua, la energía y la mano de obra ociosa, que aún existe, nos da gran ventaja y nos posiciona en buen camino para seguir creciendo. Contamos además con técnicos muy capacitados y a la altura de los jugadores de las grandes ligas. La industria, como los granjeros, acompañan el aumento de la producción de carne aviar en Paraguay. Después de la aplicación del SIGOR, (programa del SENACSA), y la trazabilidad, esperamos que las barreras sanitarias y las certificaciones sanitarias se liberen para exportar a más países. Con el crecimiento del sector avícola, crece el país, ya que la avicultura da mucho trabajo de por sí, desde la producción de maíz, el transporte de los pollos, el cuidado de los mismos en la granja, los técnicos de la industria, y más. Ésta es sin lugar a dudas, una generadora interesante de captación de mano de obra.

¿Los desafíos de trabajar en este sector?

Uno de los más grandes es eliminar las barreras sanitarias que restringen la exportación de carne a países premium. Una vez superadas estas barreras, Paraguay estará en condiciones de aumentar significativamente la producción de carne aviar y de exportar hacia los mercados más importantes.

Otro de los desafíos se encuentra en evitar que la influenza aviar llegue al país. Este es un desafío que tenemos en conjunto, como gremio. Estamos trabajando e invirtiendo tiempo y muchos recursos para lograr ésto a través de instalaciones modernas de producción, donde se controlan los vectores evitando que las aves silvestres entren en contacto con los pollitos. Para entrar a trabajar, los granjeros deben ducharse, y cambiarse de vestimenta. Todos los vehículos que ingresan quedan estacionados en un sector apartado de los galpones, y los que deben ingresar por trabajo, ya sea para transportar animales o ingresar provistas, son correctamente desinfectados.

En el sector avícola la prevención está en primer lugar, la parte curativa debe ser una excepción. Es por este motivo que en los congresos nacionales que realiza la APPEP, así como en las empresas particulares, hacen mucho énfasis en la bioseguridad. Gracias a ésto, más las instalaciones modernas, y la medicación de antibióticos para el control de enfermedades bacterianas, se ha reducido a niveles muy bajos los índices de enfermedades, lo cual resulta en una carne más sana, y una producción más rendidora.

¿Por qué cree que le va tan bien en este negocio, qué hace diferente?

Creo que me va bien porque he logrado la poliproducción en mi granja. En la misma llevo a cabo distintos tipos de producción que se complementan de una u otra manera. Los cultivos, la reforestación, y la producción de pollos, forman un conjunto interesante de productos que se sostienen entre sí, y que además impulsan el crecimiento, ahorrando y optimizando recursos en el día a día. Por ejemplo, los subproductos como el estiércol, debidamente compostado como abono, aportan significativamente en la producción orgánica de la caña de azúcar.

Asimismo, el estar abierto y atento a las tecnologías que va implementando el sector a nivel mundial, el hecho de vivir en la granja y gerenciar el negocio desde ahí y junto a mi familia, tiene también su impacto positivo (muy positivo) en los resultados. Ya lo dice el refrán, “Es el ojo del amo, el que engorda al ganado”.

¿Cuál ha sido el aprendizaje más grande que haya tenido hasta el momento trabajando en este rubro?

Lo importante que es estar abiertos a la tecnología, adecuarnos a la misma, e implementarla siempre que se pueda, tanto en equipamiento como en bioseguridad. Otro punto muy importante es entender que las buenas relaciones con la industria, son importantes para generar el bien común. Somos una familia, tenemos que involucrarnos y ser partícipes del crecimiento y del desarrollo de nuestro sector. La industria no debe ser vista como un opositor, al contrario, todos los miembros somos aliados. La industria será competitiva en el extranjero en la medida que nosotros, los avicultores, trabajemos juntos para crear un frente unido y más competitivos.

¿Qué satisfacción le da este negocio?

Además del bienestar, me une a mi propia familia, todos trabajamos juntos por un mismo objetivo. El éxito de la empresa junta y une a la familia.

El crecimiento de este rubro es desarrollo para el país. ¿Qué papel juega hoy día el gobierno en este crecimiento?

El gobierno tiene que ser facilitador de calidad de energía eléctrica. Este es uno de los problemas principales en la producción de pollo; tenemos que invertir millones en generadores. En cuanto a infraestructura, los arreglos de los caminos a las granjas es también primordial.

En términos de la exportación, como gremio, esperamos contar con el apoyo del gobierno en las gestiones para liberar las trabas zoosanitarias y lograr las certificaciones para exportar a países de buena paga.

¿Qué mensaje/consejo puede dejar a las personas que buscan invertir en el país, en el rubro agropecuario?

Invertir hoy en pollo implica elegir el lugar adecuado, apostar por la tecnología, apostar por bioseguridad, y también por la capacitación continua del equipo humano a cargo de la granja. Esto es importantísimo.

¿Cuál es la inversión ideal para empezar?

Lo que se calcula hoy son 7 USD aproximadamente por plaza de pollo, y lo recomendable es empezar con no menos de 30.000 pollos.

Las 2 décadas de experiencia en el rubro, más su participación activa en el gremio, ha hecho del Sr. Kirchhofer un referente en el rubro avícola. Sus mensajes sobre la incorporación de la tecnología, la priorización de la bioseguridad, y el fortalecimiento de los lazos con otros productores, son importantes lecciones que toda persona interesada en invertir en la producción avícola debe tener en cuenta para llegar al éxito en una industria que solo promete más.

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